Una de las mayores preocupaciones en el deporte actual está relacionado con la motivación de los deportistas para que saquen su máximo potencial.

Muchos profesionales buscan herramientas para motivar a sus deportistas, pero no consiguen dar con la tecla.

Pero ¿porque no pensamos desde otra perspectiva y tenemos en cuenta lo que no deberíamos hacer?

Esto es lo que no hay que hacer para desmotivar a un deportista.

  1. No tolerar los altibajos en el rendimiento

Los deportistas suelen tener días mejores y otros peores. Lo importante es que sientan apoyo den entrenador en todo momento. Para ello siempre es importante prestar atención al comportamiento habitual del deportista y seleccionar las herramientas adecuadas para hacerles frente.

  1. No centrarse en el exterior

Muchos deportistas sienten que el entorno los valora como persona según sus resultados deportivos. En estos casos, piensan que si se ha obtenido un buen resultado se “es mejor” y si se ha obtenido un mal resultado se “es peor”. La cuestión es hacer ver que uno mismo es independiente a los resultados que obtiene ya que éstos pueden estar influenciados por múltiples variables que no sólo se relacionan con uno mismo. Para ello habría que evitar comentarios como “Has perdido, eres inútil”.

  1. Establecer objetivos de resultado poco realistas

Es importante que los objetivos sean realistas. De hecho, es una de las bases para realizar un buen objetivo. Para mantener o aumentar la motivación es primordial que los objetivos se vean como alcanzables y que el propio deportista crea que los puede conseguir. Si de primeras se plantea un objetivo demasiado ambicioso y con el cual el deportista siente que no va a prosperar, es difícil que la motivación no decaiga.

  1. Potenciar el feedback negativo

Conviene tener en cuenta que el deportista valora mucho los comentarios positivos y alentadores. Por esta razón, centrarse en los aspectos negativos sólo puede generar que el estado de ánimo decrezca. Es lógico pensar que hay que corregir aquello que se ha realizado de forma errónea pero es importante reconocer los logros y animar en cualquier situación.

  1. Realizar entrenamientos rutinarios

La monotonía supone un desgaste en los deportistas. La falta de nuevas metas y la sensación de no progreso hace que la motivación por realizar el deporte decaiga. Es importante promover mejoras y reorientar cada cierto tiempo la carrera del deportista.

  1. Reconocer solo los resultados y no el esfuerzo

En la evolución del deportista hay que realizar un refuerzo positivo en todo el proceso. Es un error identificar el éxito sólo con la victoria en una competición ya que un deportista puede alcanzar el éxito en base a la consecución de otros objetivos y metas. Por eso es importante tener en cuenta que el éxito se obtiene también en los pequeños progresos y concienciar de que no siempre depende de uno mismo y sus capacidades.

  1. Anteponer la competición a las necesidades personales

En el deporte, lo más importante es el deportista y su progresión. Por eso, se debe focalizar la atención en él y en su desarrollo personal. No se puede luchar únicamente para conseguir un resultado concreto a corto plazo, sino que se debe buscar el cambio del deportista a largo plazo.

 

 

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